La gripe, una enfermedad de riesgo durante el embarazo
La gripe es una infección respiratoria causada por virus y, por lo general, es de carácter leve, por lo que la recuperación suele ser completa y sin secuelas tras varios días de fiebre, síntomas catarrales y malestar general, Sin embargo, algunas personas -por su edad, situación, enfermedad o tratamiento- son más propensas a sufrir complicaciones que pueden ser graves en algunos casos.
Es el caso de las embarazadas, ya que, durante la gestación, las mujeres están más expuestas a que la gripe evolucione de forma más grave, causando con mayor frecuencia casos de neumonía. Así lo recuerda la Asociación Española de Pediatría (AEP), que explica que, teniendo en cuenta que esta infección vírica no tiene tratamiento curativo, más allá del disponible para aliviar los síntomas que produce, lo más conveniente es la prevención.
De este modo, y además de lavarse las manos y evitar el contacto con enfermos, la vacunación es la mejor forma para minimizar el riesgo de que las futuras madres sufran complicaciones asociadas a la gripe. Además, la inmunización durante el embarazo no solo protege a la mujer, sino que también proporciona defensas al recién nacido, puesto que su madre le transmitirá durante la gestación los anticuerpos que fabrique tras la administración de la vacuna, y que servirán al bebé como “barrera de protección” contra esta enfermedad respiratoria durante sus primeros meses de vida.
En cualquier momento de la gestación
De igual forma, como es menos probable que la embarazada se vea afectada por el virus durante la temporada gripal también se evitará que, después del parto, la madre sea el origen de un potencial contagio de su hijo.
Ante estas evidencias, la recomendación de que las gestantes se vacunen frente a la gripe es generalizada, está vigente en todo el mundo y es defendida por las autoridades sanitarias españolas y las principales sociedades científicas del país, incluida la Asociación Española de Pediatría.
La vacuna inyectable es segura tanto para la futura madre como para el feto, aunque está contraindicada en personas con alergia grave al huevo. En cuanto a sus posibles efectos adversos, son similares a los de otras inmunizaciones y, por lo general, se reducen a dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección, fiebre y cierto malestar.
La administración de esta dosis -a través de una inyección intramuscular en el brazo- puede producirse en cualquier momento de la gestación, incluido el primer trimestre, una vez que comience la campaña anual de vacunación y puede coincidir con otras inmunizaciones, aunque en este caso los pinchazos deben aplicarse en lugares diferentes.
Imagen: morguefile.com
Eva Cañas
Latest posts by Eva Cañas (see all)
- Cuando los niños no quieren beber leche - 7 diciembre, 2017
- La fatiga visual en la infancia - 28 agosto, 2017
- La batalla contra las chucherías - 21 junio, 2017